Hoy, un recuerdo a mis tiempos de residente canario. Antes de seguir, pido benevolencia a todos los canarios, a mi favor, he de decir: es practicamente imposible, conseguir aqui la pimienta picona, variedad de pimiento autóctono canario, y tampoco se encuentran ni la papa negra ni la papa bonita, pero hice todo lo posible para imitar este plato isleño. El origen del salmorejo, es una preparación de la Antigua Roma, el Moretum (mortero en latín). Ellos lo mezclaban con queso de oveja, pero todavía hoy lleva alguno de los ingredientes que llevaba: ajos y vinagre de vino, y, sobre todo majado en un mortero.
INGREDIENTES:
- un conejo de 1,200 Kg
- una cabeza de ajos
- sal marina muy gruesa, en cantidad
- una pimienta picona (la sustituyo por pimentón picante+pimienta de cayena)
- tomillo
- romero
- pimienta blenca
- aceite de oliva
- vinagre de vino
- 1 Kg de patatas, preferiblemente la papa negra, o la papa bonita canaria.
Como dije antes, no consegui papa canaria, compré unas pequeñas alargadas de la variedad Cherrie, se comen, si, pero son demasiado acuosas para este plato, las otras variedades que pude ver eran grandísimas.
ELABORACION:
En un mortero, ponemos un par de cucharadas de sal gorda y los dientes de una cabeza de ajos y majamos hasta conseguir una pasta cremosa de ajo
no es aconsejable pasarla por la batidora, esto sale mejor majando y majando.
Añadimos el pimentón picante, la cayena picada y el aceite de oliva (un buen chorro), seguimos majando hasta que la pasta se nos tiña de rojo, y rematamos con vinagre a gusto. En el caso de que la queramos mas suave podemos rebajarla con agua.
Con parte de esta salsa, mezclamos los trozos de conejo, espolvoreamos de tomillo, y romero, unas hojas de laurel y un buen vaso de vino blanco. Dejamos la mezcla, durante al menos cuatro horas; si es de un dia para otro, mucho mejor.
Una vez marinado, en una sarten con aceite de oliva caliente, freimos el conejo hasta tostarlo
Lavamos las patatas, porque nos las vamos a comer con monda, y en una cazuela con agua hasta que las cubre y un buen puñado de sal gruesa, (sin miedo) las ponemos a cocer. El conejo, una vez frito, lo pasamos a una cazuela de barro, y añadimos en adobo que habiamos marinado los trozos, y le ponemos a terminar de guisar.
Las patatas las pinchamos para saber su están hechas, si es así, escurrimos el agua, y bien secar, las volvemos de nuevo a la olla, sin agua, agitandolas de vez en cuando. De esta forna, adquieren una pequeña costra de sal por su superficie, a la vez que se les arruga la piel.
Esto es mas o menos lo que nos debe quedar:
Ya solo queda presentarlo
Y a comer!, que se enfría! aprovechando el frio que esta haciendo a las puertas del mes de Junio...
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